La brecha digital en una empresa se refiere a la disparidad que existe en el acceso y uso de las tecnologías digitales entre los distintos grupos dentro de la organización. Esta brecha puede manifestarse entre empleados, departamentos o incluso entre diferentes niveles jerárquicos.

 

Puede surgir debido a factores como la falta de acceso a dispositivos adecuados, habilidades tecnológicas insuficientes o infraestructura inadecuada.

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Una brecha digital puede limitar la productividad, la innovación y la colaboración dentro de la empresa, ya que aquellos que carecen de recursos o formación tecnológica pueden quedar rezagados. También puede generar desventajas competitivas, ya que las empresas que no logran integrar adecuadamente las tecnologías digitales pueden ser menos eficientes y ágiles en comparación con aquellas que sí lo hacen.

 

Además, la brecha digital puede afectar la capacidad de una empresa para implementar nuevas soluciones tecnológicas, como la automatización o la inteligencia artificial, lo que repercute en su evolución y competitividad en el mercado. Para cerrar esta brecha, las empresas deben invertir en capacitación, infraestructura y en la creación de políticas que fomenten la inclusión digital, garantizando así que todos los miembros puedan aprovechar las ventajas de la tecnología

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